Cráneos 'extraterrestres' de China con más de 12.000 años
El hallazgo de 11 cráneos alargados en un yacimiento arqueológico situado al noroeste de China ha despertado las especulaciones acerca de su origen extraterrestre.
Durante los años 2011 y 2015 se realizó un descubrimiento que asombró al equipo de arqueólogos que trabajaba en el yacimiento neolítico de Houtaomuga, en Jilin, al noroeste de China. Allí se encontraron 25 cráneos de los cuales 11 habían sido deformados, de tal manera que la prensa pronto difundió que los restos allí encontrados eran de origen extraterrestre. La forma, desde luego, era sugestiva e impropia de esas latitudes.
Han pasado cuatro años de aquel espectacular hallazgo y, ahora, un nuevo informe sobre las calaveras concluye que los cráneos y demás restos óseos eran humanos. El informe fue relizado por arqueólogos de la universidad de Jilin y de la Universidad de Texas A&M asegurando, además, que se trata de la prueba más antigua de que el hombre ha estado tratando de manipular su propia cabeza alargándola… Estos huesos tienen de 12.000 a 15.000 años de antigüedad.
Por consiguiente, estos estudios mostrarían que los primeros habitantes de esta región de China ya cambiaban la forma de su cráneo como, posteriormente, lo harían otras civilizaciones muy alejadas geográficamente. ¿Cómo es posible? ¿Por qué? ¿Es que lo habrían visto de algún otro ancestro desconocido? Quién sabe.
Estas prácticas, de hecho, siguen siendo un misterio para los investigadores y antropólogos; unos creen que se realizaban para distinguir determinado “estatus social”. Si fuera así: ¿Qué hacen 11 cráneos juntos en un yacimiento? Esto nos lleva a la segunda teoría: que se utilizara para distinguir a clanes o núcleos poblacionales, pero en ese caso ¿qué ocurre con los otros 14?; También hay quien cree que se trata tan sólo de un complemento estético.
Una práctica muy extendida
Los primeros conocimientos sobre las deformaciones craneales las ubicábamos en Europa con los Hunos y los Alanos. Pero las más conocidas, hasta este instante, han sido las mayas, los paracas (en Perú) y algunas tribus de Estados Unidos. Pero volvemos a lo mismo, ¿quizás estaban copiando alguna costumbre ancestral venida de otra parte? ¿Quizás de la lejana China?
Eso es lo que pretende dejar claro el documento de la investigación: “El área que comprende el noroeste de Asia es posible que sirviera como centro de movimiento de poblaciones humanas a territorios más allá del norte de China tales como el centro de ese país, la península coreana, el archipiélago japonés, Siberia oriental y posiblemente, aunque las similitudes sean más que contundentes y su realidad sin aceptar, el continente americano. Por lo tanto estos nuevos materiales encontrados, pueden tener secretos sobre el origen, difusión y significado de la modificación craneal”.
Estas modificaciones se realizaban a muy pronta edad, siendo bebés, de manera que apretando su cráneo con tablillas o vendas se conseguía esa forma alargada, o cónica, que les hacía especiales a los ojos de los demás. Lo más curioso, es que al hacerlo con tan pocos meses, su capacidad cognitiva no se veía afectada de manera alguna. Lo que aún no está claro es por qué o de dónde sacó la gente de Houtaomuga estas prácticas que llevaron a algunos de sus habitantes a realizarse estas modificaciones en sus cabezas. ¿Tal vez imitación de sus dioses?
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