Civilizaciones perdidas
15/10/2008 (07:51 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
Bandoleros, los siervos de la superstición
ENIGMAS ha recorrido los caminos polvorientos de la malagueña Sierra de Ronda y Antequera, de la cordobesa Sierra Morena, y de la jienense Sierra Sur para intentar descifrar los misterios de los bandoleros, la magia, superstición y milagrería que tenían lugar en estos mismos caminos por los que antaño pasaron cabezas de ganado, arrieros, diligencias y escopeteros que todavía hoy cabalgan entre el mito y la leyenda.
Los bandoleros vivían huidos de la justicia en escarpados y aislados parajes de las serranías durante los años de finales del siglo XIX, donde no era fácil el acceso y la supervivencia. Unos por cuentas de sangre, otros debido a sus continuos delitos. No eran bandidos. No estaban reclamados por bando oficial, edicto o mandato gubernativo alguno. Eran hombres y mujeres de espíritu libre que se alejaban de sus hogares y huían al monte donde se integraban o creaban un particular microcosmos de tradiciones, creencias, cultos, costumbres y misterios. "La mayor parte de los bandoleros hispanos escribió Pastor Petit proceden de hogares donde no se conoce el jabón, la escuela, el plato de carne ni las sábanas, y donde se labora de sol a sol; niños que se desloman desde los siete años, con padres zoquetes que apenas saben hablar y para los que no hubo más recreo ni diversión que el vino y acaso una capea; gentes a merced de la superstición
(continúa en ENIGMAS 147)
Francisco Contreras Gil
Francisco Contreras Gil
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