La vida pudo surgir en el espacio sin necesidad de agua

Más de 4.500 millones de años después de la formación de nuestro planeta, el origen de la vida sigue constituyendo uno de los grandes misterios de la ciencia. ¿De dónde vino? ¿Se debió a la indeterminación, al azar o había un "plan"? ¿Encontró la vida los condicionantes para su desarrollo en la Tierra o se originó realmente en el espacio?

Las teorías actuales sostienen que los aminoácidos fueron transportados hasta nuestro planeta gracias a cometas y meteoritos que sembraron la Tierra durante su formación, es decir, la llamada panspermia que mantiene que la vida se generó en el espacio exterior, desde donde viaja entre planetas.

Las "azarosas" condiciones que se dieron entonces propiciaron la síntesis de moléculas orgánicas en la atmósfera primitiva, utilizando como fuente de energía la luz ultravioleta del sol.

Una nueva investigación puede reescribir todo lo que sabemos acerca de la aparición de la vida en la Tierra

Según esta hipótesis, los ácidos se convirtieron en péptidos, que son los componentes básicos de la vida, acumulándose en lagos o mares poco profundos y allí se combinarían para dar lugar a la llamada sopa primordial, que sintetizó moléculas más complejas facilitando la aparición de la vida celular y, posteriormente a plantas y animales.

Pues bien, una nueva investigación derrumba estos preceptos ya que ha podido determinar que la conversión de aminoácidos en péptidos puede tener lugar en el espacio. 

Lo asegura un estudio publicado en Nature Communications por científicos de la Universidad Friedrich Schiller de Jena y el Instituto Max Planck de Astronomía, ambas radicadas en Alemania. La nueva investigación asegura que los aminoácidos pueden convertirse en péptidos más complejos en las duras condiciones del espacio.

El doctor Krasnokutski

Ya no es necesaria el agua para la vida

Hasta ahora se creía que, para la formación de un péptido a partir de moléculas de aminoácidos individuales, eran necesarias condiciones muy especiales que solo se daban en la Tierra, la más importante era la presencia de agua, porque cada vez que un aminoácido base se combinaba con otro para formar una cadena peptídica, se eliminaba una molécula de agua. Pero, según un comunicado de Serge Krasnokutski, uno de los investigadores, emplearon una cámara de vacío ultraalto, para simular el entorno espacial, descendiéndolo a aproximadamente una billonésima parte de la presión de aire normal y a menos 263 grados centígrados.

Dentro de la cámara, colocaron sustratos artificiales que sirvieron como modelos de partículas de polvo como las que se encuentran en el espacio interestelar. Cuando los investigadores introdujeron las moléculas de carbono, amoníaco y monóxido de carbono en las superficies de partículas de polvo simuladas, presenciaron la conversión en un solo paso de los aminoácidos de glicina individuales a la cadena peptídica de poliglicina. Y todo sin la introducción de agua.

En otras palabras. La vida puede crearse en el espacio a partir de sustancias químicas simples sin necesidad de agua. Por consiguiente, es posible que las condiciones para la vida ya existan en el espacio interestelar, y que la Tierra primitiva simplemente necesitó enfriarse lo suficiente para que esos componentes básicos se afianzaran.