Nuestro Sistema Solar se desintegrará antes de lo previsto
Nuevos cálculos y simulaciones acortan significativamente la vida de nuestro sistema solar y, por ende, la de nuestro planeta.
Tranquilo. No ocurrirá mañana, ni pasado. Tampoco en este maldito 2020. No lo verán tus hijos, ni tus nietos, ni siquiera tus tataranietos. El sistema solar se desmoronará en unos 5.000 millones de años. Respira aliviado. Con todo, el tiempo se ha reducido de forma extraordinaria y, esta vez, no es por culpa del ser humano.
Basándose en el tiempo que tardarían las resonancias orbitales de Júpiter y Saturno en desacoplar a Urano, los astrónomos predijeron en 1999 que el Sistema Solar se desmoronaría lentamente durante un periodo de al menos un trillón de años. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista The Astronomical Journal de tres astrónomos: Jon Zink, de la Universidad de California; Konstantin Batygin, de Caltech, y Fred Adams, de la Universidad de Michigan, han concluido que nuestro Sistema Solar desaparecerá mucho antes de lo que se pensaba, antes de la muerte del Sol.
Las nuevas simulaciones realizadas por estos astrofísicos han tenido en cuenta factores omitidos con anterioridad, influencias importantes que, en su opinión, podrían alterar la fecha fatídica.
El primer factor que hay que tener en cuenta es que, dentro de unos 5.000 millones de años, el Sol se convertirá en una estrella gigante roja. Este proceso natural resultado de la evolución de estrellas de masa baja e intermedia aparece cuando el sol agote su hidrógeno en el centro y atrape a los planetas más cercanos como Mercurio, Venus y la Tierra. En este proceso expulsará casi la mitad de su masa al espacio. Al perder casi la mitad de su masa, se alterará el control gravitacional los planetas restantes: Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
El equipo de Zink también ha tenido en cuenta que cada 23 millones de años, otras estrellas se acercan lo suficiente al Sistema Solar como para perturbar las órbitas planetarias.
En diez simulaciones distintas los astrofísicos han calculado qué pasaría 30.000 millones de años después y llegan a la conclusión de que las perturbaciones estelares traerán consigo el caos en las órbitas de los planetas, que, salvo uno, pasarán a convertirse en planetas rebeldes vagando por la galaxia, exponen los científicos en el artículo.
Este planeta solitario (Júpiter o Saturno) permanecerá orbitando durante otros 50.000 millones de años, pero con el tiempo se verá también influenciado por la gravedad de otras estrellas y se saldrá de la órbita del Sol que se habrá convertido en una enana blanca.
Comentarios
Nos interesa tu opinión