Se repiten en el espacio 1600 señales de radio en 47 días
Una de las mayores intrigas del estudio del espacio son las ráfagas rápidas de radio (FRB), cuyo origen permanece oculto.
Una nueva investigación, a cargo de un equipo internacional y publicada en la revista Nature, revela interesantes novedades acerca de uno de los grandes misterios en el estudio del espacio: las ráfagas rápidas de radio (FRB en inglés).
Este equipo consiguió encontrar, en 2019, la repetición de la misma ráfaga, FRB121102, 1652 veces en tan solo 47 días. Pese a esta repetición la fuente sigue sin estar identificada. Se tiene constancia de que procede de una galaxia enana, localizada a tres mil millones de años luz de nosotros.
Estas ráfagas se producen en galaxias a millones de años luz de distancia y llegan a producir una energía semejante a la de miles o millones de estrellas
Fue en 2007 cuando el astrónomo Duncan Lorimer, junto a su estudiante Dvid Narkevic, lograron encontrar por primera vez este tipo de señales de radio que, pese a su repetición a lo largo del tiempo, su duración apenas alcanza los pocos milisengundos. Estas fuentes, según se ha podido averiguar durante estos años, se producen en galaxias a millones de años luz de distancia y la energía que llegan a producir es semejante a la de miles o millones de estrellas.
Como ha especificado Bing Zhang, físico y astrónomo de la Universidad de Nevada y coautor de este estudio, nos encontramos ante "la muestra más grande de exposición de la fuente FRB recogida hasta ahora".
¿Pueden estar estas ráfagas provocadas por una estrella magnética alimentada por neutrones u otro objeto cósmico?
Aunque la fuente permanece todavía desconocida, se cuenta con datos interesantes que podrían ir esclareciendo su procedencia, ya que podría ser bastante diversa: las diferencias en su duración, repetición y polarización de las FRB.
De momento no se llega a descartar, como se barajó al principio con este tipo de investigaciones, de que se trate de un magnetar (es decir, una estrella alimentada por neutrones con un campo magnético muy fuerte) u otro objeto cósmico. Pero todavía existen preguntas recurrentes ¿De qué hablamos exactamente? ¿Puede haber algo que los genere?
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