Resucitaron en la morgue
Los facultativos certifican su óbito al carecer de constantes vitales, pero horas después vuelven a la vida ante la sorpresa de médicos y familiares. Estos son los casos más sorprendentes.
En contra de lo que parece, el momento exacto en que una persona muere sigue siendo una frontera difícil de determinar clínicamente. No es lo mismo un fallecimiento cerebral que cardíaco. No basta con carecer de pulso, mostrar palidez, rigidez corporal o dejar de respirar para establecer un óbito. A menudo la realidad nos sorprende con casos que rompen todas las cautelas médicas.
Existen casos de personas declaradas médicamente muertas que regresan a la vida
Así ocurrió en 2018 con un preso que cumplía su condena en la cárcel asturiana de Villabona. De manera bastante súbita, el recluso Gabriel Montoya Jiménez comenzó a sentirse mal en su celda, pero no fue atendido hasta la mañana siguiente cuando fue encontrado inconsciente en su cama. La revisión de los facultativos del penal diagnosticó la muerte de Montoya después de que constataran la ausencia de señales vitales. Siguiendo con el protocolo legal habitual, acudió al lugar el forense de la comisión judicial, quien, coincidiendo con el dictamen de sus colegas, solo pudo certificar el fallecimiento y proceder al levantamiento del cadáver.
Los familiares ya habían sido avisados de la muerte del recluso cuando este despertó inesperadamente
A partir de ahí, el cuerpo aparentemente inerte fue trasladado dentro de una bolsa cerrada hasta el depósito del Instituto de Medicina Legal en Oviedo. Entonces se obró el milagro. Los familiares ya habían sido avisados de la muerte del recluso cuando este despertó inesperadamente en las frías salas del Anatómico, instantes antes de practicarle la autopsia. Montoya fue conducido por la Guardia Civil al Hospital Central de Asturias para explorar su estado de salud. Un portavoz del Servicio Penitenciario afirmó a la prensa que "no puedo comentar lo que pasó en el Instituto de Medicina Legal, pero tres médicos han visto signos clínicos de muerte, por lo que todavía no está claro por el momento exactamente por qué ocurrió esto".
EN BUSCA DE UNA EXPLICACIÓN
Nunca antes había ocurrido un suceso tan extraño en la morgue asturiana, sin embargo, casos similares sí que han ocurrido en otros lugares del mundo. Por ejemplo, en 2015, los facultativos del Hospital General de Tilak Lokmanya, en Bombay, dieron por muerto a un varón de 45 años encontrado inconsciente por la policía en la calle. El cadáver fue trasladado al área forense del centro cuando despertó en el momento en que iba a comenzar su autopsia. En esta ocasión se consideró que hubo una negligencia médica, puesto que las normas del hospital ordenan dejar los cuerpos durante un cierto tiempo en una zona habilitada especial por si sucede una resurrección.
¿Qué pudo pasarles a estas personas? ¿Qué fenómeno fisiológico hay detrás de estas muertes aparentes? La respuesta más común de la ciencia apunta hacia la catalepsia, vieja compañera en la historia de la humanidad que extendió durante siglos el miedo a ser enterrado vivo. Menos conocida, pero igualmente posible como explicación de estos insólitos casos, está la denominada esquizofrenia catatónica, un trastorno neurológico que provoca rigidez cadavérica, ausencia de respuesta a un estímulo y que se puede detectar sometiendo al sujeto a un electroencefalograma.
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