Los orígenes de la ansiedad pueden estar fijados en el cuerpo
La ansiedad se ceba con los jovenes y las mujeres. Un libro ayuda a comprender y superar la respuesta de nuestro cuerpo al miedo
La ansiedad afecta a millones de personas en todo el mundo. Mientras que la medicina convencional tiende a verla como un problema vinculado a la química cerebral y a la psicología, la verdad es que sus orígenes pueden estar enraizados en el cuerpo.
Graduada en la Universidad de Yale y especializada en psiquiatría en la Universidad de Columbia, la doctora Ellen Vora fundamenta su enfoque para la salud mental en la medicina funcional, en la que se considera a la persona en su totalidad y se abordan los desequilibrios desde la raíz. La doctora Vora además es médico acupuntor y profesora de yoga.
EE.UU es el país más medicado del mundo y el grupo más consumido es el de los antidepresivos
La Organización Mundial de la Salud publicó un informe científico desarrollado por un equipo de investigadores liderados por la profesora Marit Sijbrandij de la Universidad de Vrije, en Ámsterdam, donde se constata que, durante el primer año de la pandemia, se produjo un aumento significativo de problemas de depresión y ansiedad. Especialmente en mujeres y jóvenes. Nos encontramos, además, en el pico de medicación más alto de la historia. Estados Unidos es el país más medicado del mundo; una de cada dos personas toma algún medicamento recetado, y el grupo más numeroso es el de los antidepresivos entre los estadounidenses menores de sesenta años.
La doctora Ellen Vora ha sido testigo de primera mano de lo insoportable que puede ser para algunas personas dejar la medicación psiquiátrica. "De hecho, he tratado a tantas personas que luchan contra el síndrome de abstinencia de los medicamentos psiquiátricos que lo veo como una epidemia silenciosa". Un análisis realizado en 2019 por los doctores James Davies y John Read, ambos investigadores con sede en Londres, reveló que el 56 % de las personas que intentan dejar de tomar antidepresivos experimentan efectos de abstinencia; de ese grupo, el 46 % describió los síntomas como graves.
En su trabajo clínico, la doctora Vora ha descubierto que las incomodidades emocionales y físicas que experimentamos (el insomnio, la confusión mental, el dolor de estómago, el nerviosismo) son la respuesta del cuerpo al estrés, y pueden desencadenarse por experiencias desafiantes, así como por factores aparentemente inocuos como la dieta, un exceso de cafeína, la deshidratación, un desequilibrio de glucosa o el uso excesivo de la tecnología.
El origen de la ansiedad, podrían estar enraizados en el cuerpo.
«Mirar fijamente las pantallas –asegura en su reciente libro La anatomía de la ansiedad-, puede indicar a nuestro cerebro que estamos ansiosos. La posición del cuello y los hombros mantenida durante largas horas frente al ordenador o mirando fijamente el teléfono influye en el flujo sanguíneo al cerebro y provoca tensión en la musculatura crítica del cuello, la parte superior de la espalda y la mandíbula (musculatura conectada con el sistema nervioso simpático). La posición fija de los ojos en la pantalla y el acto de apretar los músculos de la mandíbula y el trapecio indican al cerebro que nos encontramos en una situación estresante (tanto si es cierto como si no). Así, una conversación por vídeo perfectamente amistosa puede provocar más ansiedad fisiológica de lo que pensamos»
Una conversación por vídeo perfectamente amistosa puede provocar más ansiedad fisiológica de lo que pensamos
La buena noticia es que esta ansiedad relacionada con el cuerpo o, como la llama la doctora Vora, «falsa ansiedad», se trata fácilmente. Una vez que se abordan las necesidades del cuerpo, la doctora Vora reformula cualquier síntoma restante no como un trastorno, sino como una demanda urgente de nuestro interior. Esta «verdadera ansiedad» es una señal de que existe algún desequilibrio que debemos atender en nuestras vidas, en nuestras relaciones o en el mundo. Es como nuestra brújula interna, que nos ayuda a recalibrarnos cuando nos sentimos perdidos. Práctico, informativo y profundamente esperanzador, La anatomía de la ansiedad es el primer libro que explica completamente los orígenes de esta afección y ofrece un mapa de ruta detallado para superarla y reorientarnos hacia un mayor equilibrio mental y físico.
La tendencia que nos lleva a buscar el sentido de la vida en el trabajo, técnicamente llamada workism, es un cambio cultural que nos ha convertido en seres muy productivos pero, a la vez, en seres muy ansiosos. Nuestro agotamiento, como señala Brené Brown, se considera ahora “un símbolo de estatus”, y nuestra “productividad, como una medida de la autoestima. Para la doctora Vora, "nuestra constante disponibilidad a través de la tecnología nos ha robado la sensación de logro y, en su lugar, nos encontramos en una carrera implacable para llegar al final de una lista infinita de tareas. Incluso para las personas con cierta abundancia, ya no existe eso de 'suficiente'". De este modo, concluye, "incluso nuestra relajación ha adquirido un aire de esfuerzo: meditamos para concentrarnos mejor y nos acostamos temprano para estar despejados para la reunión del día siguiente".
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