Ciencia
21/12/2009 (09:51 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
HIPNOSIS CONTRA EL DOLOR
Janire RámilaLejos de las salas de espectáculo, la hipnosis está regresando al ámbito del que surgió hace apenas un siglo: la medicina. Y lo hace con unos resultados sorprendentes, demostrando su validez en el tratamiento de diversas enfermedades y en la mitigación del dolor crónico. Su futuro se muestra tan esperanzador que ya son muchos los centros de salud que la han incorporado a sus arsenales terapéuticos.
A comienzos de 2009, la reina Fabiola de Bélgica se sometió a una operación de tiroides en el Hospital Universitario de Lieja, donde fue anestesiada mediante una sesión de hipnosis. Ello permitió el empleo de menos fármacos sedantes y la disminución de los riesgos asociados a la edad de la regia paciente, 80 años.
Cuando la noticia saltó a los medios de comunicación, muchas personas se extrañaron al saber que los cirujanos emplean la hipnosis con cierta asiduidad en determinados casos. Y no debería ser así, porque como explica en sus conferencias el doctor José Sala Payá, jefe de sección de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona, la hipnosis es una vieja conocida de los cirujanos españoles, «correspondiendo al insigne Ramón y Cajal haberla introducido a finales del siglo XIX con la publicación de un artículo en la Gaceta Médica de Cataluña titulado Dolores de parto atenuados con hipnosis».
«El problema es que hoy la hipnosis se asocia con la magia y el esoterismo, con una intervención más propia del mundo del espectáculo», señala Héctor González Orbi, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Ésta es la raíz del desconocimiento existente entre la sociedad sobre su utilidad terapéutica y el miedo de los propios profesionales de la salud a debatir sobre ella abiertamente. «Por ello prefieren hablar de ';relajación' o ';visualización'», asegura González Orbi.
Aun así, su empleo está cada vez más extendido en los centros sanitarios españoles, auspiciado por los buenos resultados obtenidos en las más diversas patologías, incluyendo males tan serios como algunos tipos de cánceres (Continúa en AÑO/CERO 233)
Cuando la noticia saltó a los medios de comunicación, muchas personas se extrañaron al saber que los cirujanos emplean la hipnosis con cierta asiduidad en determinados casos. Y no debería ser así, porque como explica en sus conferencias el doctor José Sala Payá, jefe de sección de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona, la hipnosis es una vieja conocida de los cirujanos españoles, «correspondiendo al insigne Ramón y Cajal haberla introducido a finales del siglo XIX con la publicación de un artículo en la Gaceta Médica de Cataluña titulado Dolores de parto atenuados con hipnosis».
«El problema es que hoy la hipnosis se asocia con la magia y el esoterismo, con una intervención más propia del mundo del espectáculo», señala Héctor González Orbi, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Ésta es la raíz del desconocimiento existente entre la sociedad sobre su utilidad terapéutica y el miedo de los propios profesionales de la salud a debatir sobre ella abiertamente. «Por ello prefieren hablar de ';relajación' o ';visualización'», asegura González Orbi.
Aun así, su empleo está cada vez más extendido en los centros sanitarios españoles, auspiciado por los buenos resultados obtenidos en las más diversas patologías, incluyendo males tan serios como algunos tipos de cánceres (Continúa en AÑO/CERO 233)
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