Un ensayo científico prueba la oración contra el coronavirus
El Proyecto ‘Covid Prayer Study’ estudia el efecto de las plegarias sobre el SARS-CoV2, más conocido como el coronavirus
Cada creyente tiene una relación con la divinidad distinta, pero el común denominador de su experiencia religiosa es la oración. Directores médicos de diferentes hospitales, en su mayoría de Estados Unidos, pero también de otros países como Reino Unido, Italia o China, se unieron hace meses con el propósito de demostrar los efectos de la oración contra la COVID-19. El Proyecto ‘Covid Prayer Study’ estudia el efecto de las plegarias de un total de 1.000 pacientes de cinco religiones monoteistas: El cristianismo, el hinduismo, el islam, el judaísmo y el budismo.
La COVID-19 es la manifestación de la enfermedad (principalmente enfermedad pulmonar) del SARS-CoV2, un coronavirus responsable de la pandemia de 2020 cuya mortalidad varía del 1 al 5% en distintas partes del mundo.
Todos los médicos implicados creen en la ciencia
Dirigidos por el cardiólogo Dhanunjaya Lakkireddy, se puso a prueba los efectos de la oración sobre la muestra antes citada -un millar de pacientes- ya que se han lanzado desde la aparición del coronavirus más de 1.000 ensayos clínicos que estudian diversas modalidades de tratamiento, principalmente en el espacio farmacológico. El director médico del Instituto de Ritmo Cardíaco de Kansas City en Estados Unidos, quiso dejar claro desde el principio que todos los miembros de su equipo de investigación "creen en la ciencia" pero se preguntaban: “Si existe un poder sobrenatural, en el que muchos de nosotros creemos, ¿el poder de la oración y la intervención divina cambiarían los resultados de los ensayos clínicos?”
Con este planteamiento, el pasado 1 de mayo arrancó el “primer estudio global, multinacional y multilingüe” del planeta. Los experimentos, de acuerdo al protocolo de su propia página web se extenderían cuatro meses, hasta el pasado mes de septiembre. Como no hay tratamientos probados, “muchas de las terapias disponibles son de apoyo” –reconoce.
Sólo la mitad de los pacientes recibirán oración sin saberlo
Hay que precisar que todos los pacientes recibirán los cuidados estándar prescritos, pero 500 de ellos recibirán plegarias y los otros 500 no. Ninguno de los grupos sabrá quien recibe las oraciones. Además, la mitad que recibirá los rezos, lo hará de todas las confesiones religiones monoteístas y se ha medido el progreso del paciente y de sus órganos, cuántos precisarán de ventilación asistida y cuántos sobreviven al coronavirus.
El estudio es pionero en el sentido de que no son los enfermos los que oran, sino otros por ellos. La ciencia sabe qué pasa en el cerebro de una persona cuando reza. Hay una amplia red de estructuras implicadas que nos ayuda a focalizar la mente en la oración; el sistema límbico, permite experimentar emociones poderosas y los lóbulos parietales, involucrados en nuestro sentido de conciencia y en la orientación en el espacio y el tiempo. El doctor Andrew Newberg, autor del libro Principles of Neurotheology, escaneó el cerebro de monjas rezando y de budistas meditando, y tras investigaciones realizadas años atrás junto al fallecido psiquiatra estadounidense Eugene D'Aquilli llegaron a la conclusión que el cerebro liberaba muchos químicos como la dopamina o la endorfina, sustancias que contribuyen al bienestar. El resultado: la paz que describen quienes tienen convicciones religiosas profundas y rezan con devoción.
Lakkireddy se lamenta que las investigaciones clínicas que se han hecho a lo largo de la historia para demostrar el poder de la fe contra las enfermedades han estado siempre “sujeto a sesgos”. Por eso, recalca la importancia de este estudio del que pronto conoceremos los resultados.
El beneficio de la oración sobre los resultados de la atención médica ha sido muy debatido lo que no impide que se use regularmente con pacientes críticos y en paliativos.
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