Diseñan un sistema de propulsión que viola las leyes de Newton
El nuevo sistema de propulsión promete revolucionar los vuelos espaciales porque no requiere carburante
Un veterano científico de la NASA ha diseñado un nuevo sistema de propulsión experimental que promete revolucionar los vuelos espaciales porque no requiere carburante, el mayor factor limitante de los sistemas actuales de propulsión. Está basado en lo que llama Efecto Éxodo (TM) controvertido porque viola el principio de acción y reacción de Newton.
Este principio, conocido como tercera ley de Newton, postula que toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto.
Se entiende mejor con un ejemplo: Las naves espaciales tradicionales generan propulsión mediante una reacción química que obliga a que la masa salga a gran velocidad por una tobera, lo que hace que el cohete se mueva en la dirección opuesta.
Pues bien, después de casi una década de investigación, diseño y distintas pruebas, el Dr. Charles Buhler ha patentado una controvertida tecnología que viola este principio. Su ingenio es una versión funcional de la inercia cuantificada, una teoría propuesta por Mike McCulloch, profesor de la Universidad de Plymouth.
McCulloch hace dos suposiciones difíciles: La primera es que los fotones experimentan inercia al reflejarse. La segunda es que la velocidad de la luz ha de cambiar dentro de una cavidad. Eso no resultará fácil de digerir para muchos teóricos.
Como el camino se demuestra andando, Exodus Propulsion Technologies dice estar lista para enviar una unidad de propulsión al espacio.
Su fundamento es que la energía eléctrica y la presión de las fuerzas electrostáticas producen un impulso capaz de vencer la gravedad. Un sistema parecido al que, por cierto, sugieren muchos vídeos de UAPs, como el famoso Gimbal desclasificado por el Pentágono
“Hemos hecho todo lo que hemos podido en cámaras de vacío aquí en la Tierra. Lo hemos probado de todas las formas posibles, pero la verdadera validación es que esta cosa se mueva en el espacio”, dijo Buhler a The Debrief en una larga entrevista.
Buhler no es un friki. Es un veterano de programas tan históricos de la NASA como el Transbordador Espacial, la Estación Espacial Internacional (ISS), el Telescopio Hubble y el actual Programa de Polvo Lunar que busca la forma de emplear tecnología Electrodynamic Dust Shield (EDS) para levantar y eliminar eléctricamente el polvo de una variedad de superficies y será fundamental en la próxima misión Artemis, con destino a la Luna.
En 2006, Roger Shawyer, un ingeniero aeroespacial poco conocido, hizo rebotar microondas dentro de un cono truncado y consiguió un impulso hacia el lado estrecho del cono, lo denominó EmDrive (o propulsor de cavidad resonante RF).
Desde entonces, científicos de todo el mundo han empezado a desarrollar y probar sus propias versiones del EmDrive y han podido replicar los resultados de Shawyer. Efectivamente genera un impulso cinético que se explicaría de acuerdo a la inercia cuantificada de McCulloh y la manera en la que los objetos se desplazarán bajo unas aceleraciones muy pequeñas.
“Será esta fuerza la que utilizaremos para propulsar objetos durante los próximos 1.000 años”, afirmó Buhler.
Buhler prepara un artículo científico revisado por pares que desglosará la investigación y las pruebas exhaustivas del Efecto Éxodo junto la patente largamente demorada.
“El proceso de generación del efecto Exodus™ es repetible, predecible, publicado y bien comprendido. Tanto la aceleración como el empuje (Newtons) son cuantificables y están respaldados por validaciones de terceros”.
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