El cerebro aprende mientras duerme

Científicos de la Universidad de Salzburgo (Alemania) han descubierto que el cerebro humano es capaz de mantenerse atento a lo que ocurre en su entorno mientras dormimos, e incluso puede aprender. Esa propiedad de nuestro órgano rector ha sido esencial para nuestra supervivencia como especie, puesto que concilia la necesidad de descansar con la de despertarse si capta alguna información que denote peligro. Sobre todo, el cerebro presta atención a las voces de su alrededor. Si las reconoce, enseguida se desconecta y deja de prestarles atención, pero si no las reconoce incrementa su atención para tratar de averiguar si representan una amenaza.

Para llegar a tal conclusión, los científicos trabajaron con un grupo de voluntarios a los que midieron su actividad cerebral mientras dormían. Así lograron descubrir que las voces desconocidas provocaban muchos más complejos K –un tipo de onda cerebral vinculada a perturbaciones sensoriales durante el sueño– que las que reconocía. El experimento involucró a 17 individuos y a otros tantos que los voluntarios conocían, quienes, mientras los primeros dormían, comenzaban a hablar y a pronunciar los nombres de los mismos. También participaron en el estudio algunos otros voluntarios totalmente desconocidos para los durmientes.

Esta circunstancia abre la puerta a nuevos ensayos encaminados a ahondar en la capacidad del cerebro para aprender mientras duerme

NUEVOS EXPERIMENTOS

Cuando las voces conocidas y desconocidas pronunciaban el nombre de un determinado voluntario, las lecturas cerebrales indicaron que el órgano rector escuchaba a ambos, pero cuando se trataba de las desconocidas, el cerebro se centraba en analizar y procesar el discurso.

Esta investigación es muy importante porque ayuda a comprender de qué manera el cerebro, aun en un estado inconsciente, posee la capacidad tanto de controlar los ritmos de nuestro organismo como de atender a lo que sucede en su entorno, captando una enorme cantidad de información y decidiendo si se despierta a causa de un posible peligro o continúa descansando.

Sin embargo, tal como pusieron de manifiesto los investigadores, el descubrimiento más interesante del experimento es que el cerebro puede aprender mientras duerme. Llegaron a tan fascinante conclusión porque descubrieron que a pesar de estar dormido, el cerebro de los participantes se fue despreocupando a medida que las voces desconocidas se volvían más familiares mediante la repetición. En otras palabras, no solo captó información relevante, sino que la procesó y aprendió que esas voces desconocidas no constituían ningún riesgo. Esta circunstancia abre la puerta a nuevos ensayos encaminados a ahondar en la capacidad del cerebro para aprender mientras duerme, sin duda la ilusión de todo estudiante.