Los astronautas se vuelven jóvenes en el espacio
Un experimento con gemelos llevado a cabo por la NASA demuestra que el ADN se modifica en el espacio. Los resultados han sido inesperados, y es que se ha podido comprobar que, en efecto, los astronautas rejuvenecen.
Si en una etapa muy temprana del embarazo el cigoto (la unión del ovulo y el espermatozoide) se divide generando dos bebés iguales da lugar a lo que llamamos gemelos. Dos seres que incluso comparten el mismo ADN y que han atraído desde tiempos inmemoriales la atención de científicos y profanos. Es sabido, por ejemplo, que los gemelos idénticos comparten patrones cerebrales y de pensamiento. Tanto es así que antes de comunicarse con el resto del mundo, desarrollan la criptofasia, es decir, un idioma propio que sólo ellos son capaces de entender.
Siempre se ha dicho que la conexión entre gemelos va más allá de lo racional y eso es lo que atrajo la atención de la NASA para llevar a cabo un experimento con gemelos hace tan solo tres años. La idea era conocer si podían producirse cambios genéticos entre un astronauta en el espacio y su hermano gemelo en la Tierra, para así poder determinar si fuera de nuestro planeta se puede rejuvenecer o, por lo menos, mantenerse en la misma apariencia física. El proyecto contó con la participación de Mark y Scott Kelly, dos hermanos gemelos que fueron preparados en condiciones idénticas, salvo que Scott sería enviado a la Estación Espacial Internacional (IIS por sus siglas en inglés) y Mark sería monitorizado en la Tierra por un equipo formado hasta por 80 investigadores que determinarían qué cambios se habían producido entre dos ADN idénticos.
Hace ya tiempo que la NASA debate cómo unos eventuales viajeros podrían ir a Marte sin que sus huesos se vuelvan extremadamente frágiles, los globos oculares pierdan su forma y los corazones se debiliten al tener que latir en contra de la gravedad.
Resultados inesperados
Gracias a este experimento, los científicos podrían conocer qué cambios produce la ingravidez y otros factores como la exposición ultravioleta en viajes de larga duración de una forma objetiva y, de paso, despejar el mito de la unión entre gemelos.
El primero de marzo de 2016, Scott terminó su misión tras permanecer 340 días en el espacio y se constató que se habían producido modificaciones en su ADN difíciles de explicar.
Así, por ejemplo, sus telómeros se habían alargado con respecto a los de su hermano Mark. Como los telómeros son los extremos de los cromosomas responsables de la división celular y, por tanto, de su vida útil, se podría decir que había conseguido rejuvenecer durante su viaje en el espacio. Si este cambio se debió –como suponen los expertos- debido a la gravedad, ¿seríamos más longevos en el espacio?
Los investigadores constataron como días después de su regreso a la Tierra, el tamaño de sus telómeros volvió a la normalidad, pero su seguimiento demuestra que ahora se acortan, es decir, que envejece mucho más rápido que su hermano.
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