Las apariciones podrían ser alucinaciones del cerebro
Científicos de la Universidad de Stanford han creado alucinaciones iluminando algunos grupos de neuronas. ¿Puede explicar este fenómeno algunas apariciones?
Un chico de 10 años dormía plácidamente en su cama cuando, de repente, le despertó el sonido de la puerta de su habitación abriéndose. Después, notó que alguien se sentaba en el borde de la cama y descubrió aterrado que no podía moverse. A los pies de la cama descubrió a un extraño chico, con los ojos negros y almendrados que dirigía su mirada hacia él. Trató de gritar para llamar la atención de su madre, pero de su garganta no salía voz. El ser extendió su mano hacia él y entonces consiguió cerrar los ojos. Cuando pudo abrirlos, el extraño chico había desaparecido y todo había vuelto a la normalidad. Solo quedaba una huella en las sábanas como si alguien se hubiera sentado en el borde.
Es lógico preguntarse: ¿Sucedió realmente? Y si se trató de una alucinación, ¿fueron imágenes aleatorias o su cerebro estaba intentando decirte algo?
La alucinación es una percepción que no necesita de estímulos externos para crearse, el testigo cree estar viviendo una escena totalmente real para sus sentidos. Es por eso por lo que un equipo de científicos de Stanford ha usado la optogenética, combinando métodos ópticos y genéticos, para excitar las neuronas de los ratones y generar esas alucinaciones.
Las neuronas de los roedores producen una proteína sensible a la luz, de modo que disparar a sus neuronas cuando recibieran ese impulso lumínico permite trabajar con ellos. Así, al crearse una imagen irreal, podrían observar de qué manera se comportarían los roedores. Y se dieron cuenta de que sólo necesitaban estimular un número pequeño de neuronas para que los animales creyeran estar viendo algo real.
Alucinaciones o visiones del más allá
“En 2012, habíamos descrito la capacidad de controlar la actividad de neuronas seleccionadas individualmente en un animal despierto y alerta” explica Karl Deissertoth, uno de los investigadores. “Ahora, por primera vez, hemos podido profundizar en esa capacidad para controlar múltiples células especificadas individualmente a la vez, y hacer que un animal perciba algo específico que, de hecho, no está realmente ahí, y se comporte en consecuencia”.
El experimento consistió en, aparte de modificarlos genéticamente, mostrarles series aleatorias de barras horizontales y verticales en una pantalla al mismo tiempo observando su reacción. Así identificaron las neuronas que reaccionaban a una u otra orientación. Cuando consiguieron reducir las neuronas que se iluminaban con una de las barras (unas 20) las aislaron y consiguieron hacer que, al dar impulso lumínico a los ratones, a oscuras, su cerebro viera las barras verticales que se supone estaban saliendo en la pantalla.
Sorprendidos por el escaso número de neuronas implicadas en la percepción, ya sea inducida o auténtica, se preguntaban por qué no estamos alucinando constantemente teniendo en cuenta lo sencillo que le resulta al cerebro generar esas percepciones dados los continuos accidentes lumínicos sin sentido que recibimos a lo largo del día.
Según los científicos el cerebro humano tiene un mecanismo para evitar que esté alucinando permanentemente
La respuesta es relativamente sencilla, existe un mecanismo cerebral que impide que nuestro cerebro esté en permanente alucinación. Pero, en cualquier caso, este fantástico estudio y posterior descubrimiento abre una nueva capacidad humana: la de manipulación del cerebro en vez de únicamente estudiarlo.
Además concluye que es posible que con este estudio se puedan desarrollar dispositivos que ayuden a los invidentes a poder ver sin problemas y a tratar la esquizofrenia, entre otros muchos campos.
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