Llega ADIFO, un platillo volante supersónico
Su diseño recuerda a los prototipos que los nazis desarrollaron en el contexto del proyecto Haunebu aunque el platillo volante ADIFO está pensado para superar velocidades supersónicas
No lo voy a negar. Cuando vi volar al platillo supersónico ADIFO, acrónimo de All-Directional Flying Object (objeto volador todo direccional en inglés) me vinieron a la mente las imágenes de un extraño proyecto militar de la II Guerra Mundial que, al menos en principio, nunca llegó a fabricarse en serie. Me refiero al proyecto Haunebu II.
Sabemos que la sociedad Thule pretendía devolver al pueblo germano su antiguo esplendor y el reencuentro de sus raíces místicas a través de prácticas ocultistas. Al albor de esta filosofía, nacieron sociedades como El Sol Negro y la sociedad Vril, dependientes de Thule, o las siniestras SS, que coordinaron la realización de diversos proyectos aeronáuticos. Proliferaron las “peonzas voladoras” como los RFZ-1, los Vril I al VII, y los Haunebu I, II y III que no dejaban de ser -como el ADIFO- una suerte de autogiros, pero, la controversia estriba en su sistema de propulsión pues, su creador, Viktor Schauberger presumió del desarrollo de una energía antigravitatoria y el empleo de motores de implosión.
Los dos ingenieros que han diseñado este nuevo “platillo”, Razvan Sabie y Iosif Taposu, no han utilizado implosión ni antigravedad. Su aeronave, de algo más de un metro de diámetro, consigue alzar el vuelo y desplazarse por el aire sin problemas aparentes y aseguran que está pensado para para conseguir vuelos supersónicos.
La clave es la aerodinámica
Se trata sólo de un prototipo a escala y ahora esperan realizar uno a tamaño normal que, en principio, podría llevar personas y otras cargas en su interior.
La clave de su prototipo, explican, radica en la aerodinámica. Su platillo volante trata de imitar la sección transversal posterior de un delfín. Esta forma apenas tiene áreas de contacto con el aire y no obstaculizan su desplazamiento, lo que consigue mayor velocidad con menos energía. Además, dispone de cuatro hélices localizadas en su base que permiten al ADIFO realizar topdo tipo de maniobras en el aire además de despegar y aterrizar verticalmente.
Los ingenieros ven un potencial uso en el terreno militar y aseguran que ya se han interesado gobiernos, empresas de aeronáutica y fondos de inversión. No sé si las SS de Himmler lo hubieran comprado en los 40 pero, desde luego, los investigadores de los ovni tendremos otra dificultad añadida para separar el grano de la paja.
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