Una tablilla milenaria con rituales en un idioma perdido
Arqueólogos alemanes descubren en un yacimiento turco una tablilla con textos de más de tres mil años en un idioma casi desconocido
Los investigadores del Instituto Arqueológico Alemán llevan más de cien años excavando en las entrañas del yacimiento de Bogazköy-Hattuša, un enclave ubicado en el centro-norte de Turquía, en lo que hace más de tres mil años fue Hattusa, la capital del Imperio hitita, hasta el 1200 a.C. En todo este tiempo, los arqueólogos germanos, en colaboración con sus homólogos turcos, han sacado a la luz miles de tablillas con escritura cuneiforme, especialmente en las campañas realizadas anualmente y dirigidas en los últimos tiempos por el investigador Andreas Schachner.
En la mayor parte de los casos, estas tablillas recogen textos en idioma hatti (hitita), pero, en algunas piezas Schachner y su equipo han encontrado palabras o fragmentos de texto escritos en otro idioma. Aparentemente, la explicación a este hecho se encuentra en el gran interés que los hititas manifestaron por los rituales religiosos de otras culturas extranjeras.
Ahora, en la última campaña de excavación realizada por los expertos alemanes en la antigua capital hitita, se ha descubierto una tablilla que incluye palabras de un idioma que en un primer momento resultó desconocido para los investigadores, acompañado por un párrafo introductorio que sin duda correspondía a escritura hitita. «La introducción está en hitita», aclaró Schachner en declaraciones a la prensa. «Está claro que se trata de un texto ritual», añadió en referencia al texto inscrito en lenguaje desconocido.
En un intento por averiguar algo más sobre la valiosa pieza, la tablilla –junto a otras halladas en esta campaña de excavación– fue enviada a Alemania para ser sometida a un análisis más exhaustivo. Fue así como llegó a manos de Daniel Schwemer, profesor y catedrático de Estudios del Antiguo Próximo Oriente en la Universidad de Würzburg. Schwemer, acostumbrado a estudiar piezas milenarias con textos de lenguas muertas, examinó cuidadosamente la introducción redactada en hitita, y no tardó en identificar la lengua desconocida como un idioma de Kalaina, una región ubicada en los dominios del imperio hitita, no muy lejos de la actual ciudad turca de Bolu.
Por el momento, los expertos no han conseguido averiguar por completo el significado del texto en esta antiquísima lengua –y no han difundido imágenes de la tablilla mientras no se completa la investigación–, aunque a juzgar por la introducción en hatti, no hay duda de que se trata de un texto de carácter religioso y ritual. «Los hititas estaban especialmente interesados en registrar los rituales en idiomas extranjeros», explicó Schwemer. «Estos rituales proporcionan una valiosa visión sobre los paisajes lingüísticos poco conocidos de Anatolia de la Edad del Bronce Final, donde no solo se hablaba hitita», añadió el especialista.
Tal y como han explicado los investigadores del Instituto Arqueológico Alemán, las tablillas descubiertas en Hattusa –que a veces se acumulan en grupos en distintos edificios, por lo que los expertos han bautizado a dichos recintos como «bibliotecas»–, fueron escritas por escribas hititas, y gracias a ellas hoy disponemos de una valiosísima información sobre distintas tradiciones lingüísticas, culturales y religiosas de diferentes culturas ubicadas en Anatolia, Siria y Mesopotamia. Y, todo ello, gracias a la curiosidad hitita por los cultos religiosos de sus vecinos.
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