Nuevas teorías en torno a la primera masacre de la historia
Nuevas investigaciones sobre la necrópolis de Jebel Sahaba (Sudán), considerada tradicionalmente una de las primeras batallas de la humanidad, podrían reescribir la historia de la violencia en la Prehistoria.
Lo que sacemos sobre la Prehistoria se encuentra siempre en continuo cambio debido a las investigaciones que se realizan sobre los restos materiales y los yacimientos que pertenecen a ese período. En este caso, la necrópolis de Jebel Sahaba (Sudán), localizada cerca del Nilo, ha sido motivo de un nuevo debate entre investigadores. Este yaciento, descubierto en 1964 por el equipo de Fred Wendorf, se reveló, tras analizar sus restos de hace 13.400 años, como el resultado de una auténtica batalla, posiblemente una de las primeras de la humanidad. Pero ahora las dudas se ciernen de nuevo sobre este yacimiento arqueológico.
Los restos presentaban fuertes impactos y marcas de violencia
El primer grupo de investigadores se sorprendió mucho al estudiar este inquietante lugar. Por un lado, porque se trataba de uno de los primeros cementerios documentados, al datar del final del Pleistoceno Superior. Por otro, porque las personas que lo integraban, independientemente de su sexo o de su edad, tenían fuertes impactos y marcas de violencia. Se encontraban ante una de las primeras evidencias de violencia en la Prehistoria y, por tanto, ante una la constatación de que la violencia parece ser un rasgo que nos acompaña desde hace mucho.
Pero, ¿es esto lo que sucedió de verdad en este lugar? ¿Se produjo una batalla? Esta nueva investigación, dirigida en la actualidad por el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, en colaboración con las universidades de Burdeos y Toulose, no ha demostrado lo mismo. Publicado en Scientific Reports, este estudio se basó en el análisis de 61 individuos del cementerio localizados en el British Museum.
En el pasado, se había considerado que este yacimiento mostraba un conflicto bélico entre dos grupos de cazadores distintos del valle del Nilo. Sin embargo, los nuevos métodos de análisis arqueológicos han mostrado que esto no es así. Gracias a estas tecnologías, se han podido localizar 106 lesiones más, incluyendo heridas causadas por flechas y por lanzas de piedra, con claros síntomas de traumatismo. Más que una guerra, se tratarían de emboscadas o pequeñas escaramuzas por los recursos de la zona, en un momento de fuerte cambio climático. Como especificaron los investigadores, "teniendo en cuenta las heridas, la dirección de los proyectiles también revela un número similar de impactos anteriores y posteriores que no respalda la hipótesis de batallas cuerpo a cuerpo".
Se llegaron a identificar a dos niños, con 4 y 5 años, con perforaciones en el cráneo
Del total de restos analizados, el 41 tenían heridas y el 92% habían recibido diversos golpes, algunos causados por objetos arrojadizos. Por consiguiente, el equipo de investigadores ha asegurado que apoyan "firmemente la teoría de esporádicos y periódicos episodios de violencia interpersonal. Esos sucesos no fueron siempre letales y pudieron ocurrir varias veces durante la vida de una persona". Además, no hubo ningún tipo de distinción a la hora de atacar a hombres, mujeres o niños. En Jebel Sahaba se llegaron a identificar los restos de dos niños, con 4 y 5 años, con perforaciones en el cráneo y en otros huesos como la cadera o el fémur.
Los investigadores tienen claro que a partir de este interesante análisis se "modifica la historia de la violencia en la Prehistoria" y también se invita "a reconsiderar otros yacimientos arqueológicos de la misma época". Así que no resultaría descabellado pensar que en el futuro tendremos noticias nuevas relativas a la reinterpretación de yacimientos con naturaleza similar.
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