Descubren un anillo del siglo III con la imagen de Cristo
Un equipo de estudiosos israelíes recupera en la costa de Israel los restos de dos naufragios. Entre las piezas se encuentra un anillo con la representación de Cristo.
"Yo soy el buen pastor: el buen pastor da su vida por sus ovejas". Así reza una de las frases del Evangelio de Juan (10:11), atribuidas a Jesús, en las que el Hijo de Dios se compara así mismo con un pastor que cuida y protege a su rebaño. La metáfora no pasó desapercibida para los artistas de los tiempos del cristianismo primitivo (del siglo I a comienzos del siglo IV) que aprovecharon dicha simbología para representar de forma velada a Jesucristo como un joven pastor con un cordero sobre sus hombros. Una iconografía, por cierto, que procedía del paganismo –por ejemplo, de las representaciones de Orfeo, Apolo, el Moscóforo o de Hermes Crióforo–, y de la que se había apropiado bien porque el cristianismo carecía todavía de una iconografía propia, o tal vez para protegerse de las persecuciones.
Ahora, un reciente hallazgo arqueológico realizado por estudiosos israelíes ha sacado a la luz una pequeña –pero valiosísima– pieza que muestra esta conocida representación del Buen Pastor, y que ha servido para reafirmar el importante papel que jugó la zona del hallazgo en los tiempos del cristianismo primitivo. En concreto, el descubrimiento se ha llevado a cabo en las proximidades del puerto de Cesarea Marítima, una antigua localidad romana a unos 45 kilómetros de Tel Aviv. Allí, bajo las aguas del Mediterráneo, un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, encontró en fechas recientes los restos de dos naufragios –uno datado hacia el siglo III d.C., y el otro de unos mil años más tarde–, y un fantástico tesoro compuesto por cientos de monedas de plata y bronce, numerosas campanas, varias figurillas y un buen número de vasijas, además de otros objetos.
El más singular de todos ellos es sin duda un anillo con la citada representación de un joven pastor portando un cordero sobre sus hombros. Se trata de una joya de oro, gruesa y de forma octogonal, con una piedra verde y la imagen tallada en su interior. "Conocemos imágenes similares encontradas en las catacumbas cristianas en Roma", explicó Helena Sokolov, comisaria en el departamento de numismática de la Autoridad Arqueológica de Israel, en declaraciones al diario Jerusalem Post. Los historiadores israelíes que han participado en el hallazgo creen que uno de los barcos hundidos, datado en torno al siglo III d.C., seguramente procedía de Roma, y se dirigía a la ciudad de Cesarea Marítima, por aquel entonces uno de los centros más importantes del cristianismo.
Cesarea acogió una destacada comunidad de cristianos primitivos y, de hecho, allí se estableció una de las primeras comunidades de seguidores de Jesús. Según los Hechos de los Apóstoles, fue allí donde san Pedro bautizó a Cornelio el Centurión, el primer no judío (gentil) en ser bautizado y admitido en la fe cristiana. Cesarea es también el lugar del hallazgo –en 1961–, de la llamada Piedra de Pilatos, la única pieza arqueológica que hace referencia al célebre prefecto romano que ordenó la crucifixión de Cristo. Así pues, el hallazgo del singular anillo del Buen Pastor viene a confirmar el papel destacado de la localidad en los primeros tiempos de la fe cristiana. "Desde aquí, el cristianismo comenzó a diseminarse por el mundo", señaló Jacob Sharvit, otro de los arqueólogos implicados en el hallazgo.
Tal y como explicaron los investigadores, el hallazgo se produjo mientras realizaban una exploración rutinaria en el fondo submarino de la costa de Cesarea Marítima. Primero descubrieron los restos de un ancla, lo que les llevó a seguir investigando en la zona. Fue entonces cuando encontraron el sensacional tesoro, en el que además de las valiosas monedas –que han servido para datar ambos pecios–, también se han hallado una figurilla con forma de águila –alusiva al mandato del Imperio romano– y otra de lo que parece ser un danzante cubierto con una máscara. El segundo barco, cuya antigüedad se remontaría a época medieval, cuando Cesarea había perdido toda su preponderancia anterior.
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