Arqueólogos consiguen extraer ADN de un grupo humano desconocido
En la isla indonesia de Sulawesi se han localizado los restos de una mujer de 7200 años de Antigüedad. Esta podría representar el vínculo entre su misteriosa civilización y los humanos modernos.
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Hasanuddin (Makassar), localizada en la isla indonesia de Sulawesi, han conseguido extraer el ADN de los restos de una mujer de hace 7200 años, encontrada en la cueva de Leang Panninge. A partir del análisis de su ADN, han constatado que la composición genética del pueblo al que pertenecía era anteriormente deconocida. El estudio ha sido publicado en la revista Nature.
Los restos pertenecen a un grupo humano desconocido para los investigadores
Estos restos, denominados "Bessé" (bur-sek, nombre otorgado a las princesas recién nacidas en este lugar), pertenecen a un grupo humano que resulta bastante desconocido para los investigadores: los toaleanos (originarios de Toale). Este grupo es conocido por algunos restos humanos que han sido encontrados en el lugar y por una serie de puntas de flecha bastante distintivas, denominadas puntas de Maros. Sin embargo, a partir del siglo V d. C, estos artefactos de procedencia toaleana desaparecen completamente del registro arqueológico.
Por consiguiente, la importancia de Bessé es fundamental, ya que supone el único esqueleto conservado de los cazadores-recolectores que habitaron la isla antes de la llegada de los pueblos austronesios, los cuales poblaron Indonesia hace 3500 años.
Como ha especificado Adam Brumm para la CNN, profesor de arqueología en el Centro de Investigación de la Universidad de Griffith para la Evolución Humana y coautor de este estudio: "Hemos descubierto el primer ADN humano antiguo en la región insular entre Asia y Australia, conocida como 'Wallacea', proporcionando una nueva visión de la diversidad genética y la historia de la población de los primeros humanos modernos en esta parte del mundo poco conocida”.
Bessé podría demostrar que el punto de encuentro entre los denisovanos y nuestra especie estaría en Sulawesi o en otra isla de las que componen Wallacea
Wallacea, en este caso, hace referencia a las siguientes islas indonesias: Sulawesi, Lombok y Flores. Los primeros humanos atravesaron este conjunto de islas desde Eurasia para llegar a Australia hace más de 50.000 años. Pese a que los investigadores tenían constancia de este hecho, desconocían por completo la ruta exacta que habían seguido para conseguirlo. Brumm continuó explicando que "debieron hacerlo utilizando algún tipo de embarcación relativamente sofisticada, ya que no había puentes terrestres entre las islas, ni siquiera durante los picos glaciares de la última edad de hielo, cuando el nivel global del mar era hasta 140 metros más bajo que el actual".
En el caso de Bessé, comparte parte de su composición genética con indígenas australianos actuales y, a su vez, con personas originarias de Nueva Guinea y el Pacífico Occidental, heredando indudablemente una parte de su ADN de los denisovanos. De esta manera, Bessé podría demostrar que el punto de encuentro entre los denisovanos y nuestra especie estaría en Sulawesi o en otra isla de las que componen Wallacea, la puerta sin duda hacia Australia.
Entonces, ¿es posible que los antepasados de Bessé fuesen los primeros en llegar a Wallacea? Estos investigadores consideran que sí. Gracias a esta interesante investigación, se puede confirmar que los habitantes de Toale tienen una relación directa con los humanos modernos, lo que, a su vez, permite arrojar cierta luz a esta enigmática civilización.
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