Ovnis y vida extraterrestre
21/11/2012 (12:06 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
JESÚS, UN ENVIADO DE «OTRO MUNDO»
Miguel PedreroSi en el Antiguo Testamento la presencia de objetos voladores es más que evidente, la vida de Jesús de Nazaret, sin duda el personaje más influyente de todos los tiempos, tampoco está exenta de ésta y otras enigmáticas circunstancias. Son legión los autores que en los últimos tiempos, a tenor de las evidencias aportadas por los Evangelios canónicos y apócrifos, defienden que el Mesías era en realidad el «enviado» de una civilización extraterrestre, cuyo cometido era cambiar el destino de una humanidad sumida en la violencia y la maldad
No caben dudas de que las «nubes» y objetos voladores resplandecientes, tan recurrentes en el Antiguo Testamento, también hicieron acto de presencia en torno a la vida de Jesús de Nazaret. Es conocido que, cuando nace, una estrella guía a una serie de magos –se cree que eran unos sabios procedentes de Babilonia– hasta el lugar de su venida al mundo. Si interpretamos los Evangelios textualmente, no hay lugar para demasiadas especulaciones.
En el Evangelio de san Mateo leemos: «En tiempos del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ';¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle'. ( ) Entonces, Herodes llamó aparte a los magos y, por sus datos, precisó el tiempo de la aparición de la estrella. ( ) Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría».
Muchas hipótesis se han planteado a lo largo de la historia para ofrecer una respuesta al enigma de la «estrella de Belén»: desde un meteorito a una supernova, pasando por una conjunción planetaria. Pero los Evangelios son tozudos: la citada «estrella» guiaba el camino de los magos, «hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño». Otro pasaje del Nuevo Testamento, incluso más enigmático, es el de la Transfiguración de Jesús. El citado J. J. Benítez llega a relacionar dicha escena con un encuentro cercano con OVNIs.
En el Evangelio de san Lucas leemos que tomó Jesús a Pedro, Juan y Santiago, y ascendieron a un monte a rezar. Entonces, sucedió lo que sigue: «Mientras oraba (Jesús), el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías. ( )
Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: ';Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías', sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas, cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube que decía: ';Éste es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle'».
De nuevo, un ingenio volador que «los cubrió con su sombra» y «emitió» un mensaje (Continúa en AÑO/CERO 269).
En el Evangelio de san Mateo leemos: «En tiempos del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ';¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle'. ( ) Entonces, Herodes llamó aparte a los magos y, por sus datos, precisó el tiempo de la aparición de la estrella. ( ) Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría».
Muchas hipótesis se han planteado a lo largo de la historia para ofrecer una respuesta al enigma de la «estrella de Belén»: desde un meteorito a una supernova, pasando por una conjunción planetaria. Pero los Evangelios son tozudos: la citada «estrella» guiaba el camino de los magos, «hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño». Otro pasaje del Nuevo Testamento, incluso más enigmático, es el de la Transfiguración de Jesús. El citado J. J. Benítez llega a relacionar dicha escena con un encuentro cercano con OVNIs.
En el Evangelio de san Lucas leemos que tomó Jesús a Pedro, Juan y Santiago, y ascendieron a un monte a rezar. Entonces, sucedió lo que sigue: «Mientras oraba (Jesús), el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías. ( )
Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: ';Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías', sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas, cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube que decía: ';Éste es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle'».
De nuevo, un ingenio volador que «los cubrió con su sombra» y «emitió» un mensaje (Continúa en AÑO/CERO 269).
Comentarios
Nos interesa tu opinión